miércoles, 19 de septiembre de 2012

Adoración es un estilo de vida


A menudo escuchamos la frase "La adoración es un estilo de vida". ¿Qué significa esto realmente? Simplemente significa, vivir una vida llena de amor. El primer mandamiento, amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente, significa exactamente eso. Usted hace una decisión de mente y corazón para buscar continuamente primero el Reino de Dios, y para obedecer al Espíritu de Dios en su vida, Él nos llama a tener un conocimiento mayor y más profundo de sí mismo.
Para adorar se requiere que usted ponga algunos ingredientes:
1. OBEDIENCIA
¿Por qué la gente se aleja de la obediencia? Creo que es debido a que requiere una respuesta. Juan 14:12 dice: "El que obedece mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama. Mi Padre amará al que me ama y yo también lo amaré y me manifestaré a él".
Y el versículo 23 dice: "Si alguno me ama, obedecerá mi palabra. Mi Padre lo amará y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama, no me obedece. Estas palabras que escucha no son mías, pertenecen a mi Padre que me envió.
El AMOR y la OBEDIENCIA están unidos.
Cada vez que abre su corazón en obediencia a Dios y le adora con todo su corazón, con toda su mente y con toda su alma, nuestro hermoso Señor responde con su magnífica presencia.  Usted debe ser alguien que continuamente esté en la presencia de Dios; no sólo los domingos en la iglesia, sino que también en ese lugar secreto que tal vez sólo usted y el Señor conocen.
Cuando usted se encuentra a solas y en ese rincón privado estamos respondiendo a lo que Él está solicitando o lo que Él anda buscando, adoradores en espíritu y verdad. LA ADORACION SACA TODO LO QUE HAY EN SU CORAZON, PARA EXPONER LO QUE REALMENTE ESTA ADENTRO.
2. CONFESION
En el capítulo 6 del libro de Isaías, el profeta fue trasladado a un experiencia inolvidable la cual hizo que él confesara su pecado. El enfrentarse a la grandeza y la santidad de Dios, lo hace consciente de la necesidad de su gracia en nuestras vidas y Él con su gran poder se manifiesta para limpiarnos. Si en nosotros existe falta de perdón, ira, celos, amargura, debemos pedirle a Dios que restaure estas áreas. “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”.  Romanos 12:1
Esta cita bíblica nos enseña cómo vivir esta vida de adoración y de amor.

3. TRANSPARENCIA
Una cualidad que hace a un adorador totalmente claro, evidente, que se comprende sin duda ni ambigüedad. No podemos venir delante de nuestro Dios con una actitud hipócrita, a Él no lo podemos engañar. Podemos adorarlo con imperfecciones, pero no con falta de sinceridad. Por supuesto, la sinceridad por sí sola no es suficiente; podemos ser sinceros y estar equivocados. Por eso se necesitan tanto el espíritu como la verdad. Por eso nuestra adoración y nuestra actitud deben ser transparentes.
El Salmo 51, nos enseña que cuando estamos en la presencia del Señor, él nos convierte en alguien transparente totalmente y honesto y que nuestra alma y corazón claman "crea en mí un corazón puro, oh Dios, y renueva un espíritu recto dentro de mí”.
Una verdadera adoración trae respuestas, aunque en medio de esos momentos de intimidad no estemos pidiendo nada, él no puede quedarse sin mover su mano ante un altar de fieles adoradores.
1. CLARIDAD
A medida que con sencillez y de todo corazón ame y adore a Dios, usted recibirá una mayor revelación y comprensión de su propósito en el reino. Romanos 8:28 revela que "... en todas las cosas interviene Dios para el bien de los que le AMAN, que han sido llamados conforme a su propósito". Muchos cristianos pasan la vida frustrados por no saber su propósito en el reino de Dios. Yo lo reto a que disfrute de la presencia de Dios y abra su corazón para escuchar su voz, porque él quiere que todo lo que Él ha planeado para tu vida se cumpla.
2. HAMBRE
Otra respuesta de parte de Dios para nuestras vidas es que a medida que más degustamos de su intimidad nuestro corazón se abre aún más y nos volvemos hambriento insaciables de su presencia, hambrientos de su Palabra y su verdad es aumentada en nuestras vidas. “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como han dicho las Escrituras, ríos de agua viva fluirán de su interior” Juan 7:37-38. Decir sí al Señor inevitablemente lo llamará a conocerlo más a través de su Palabra. Es VIDA para su alma.
3. TRAE DESCANSO
"El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente." Salmo 91:1
La alegría y la fuerza se encuentran en su morada, en su presencia. Si se siente continuamente vacío, entonces de nuevo necesita responder y obedecer al Espíritu de Dios y entrar en su presencia. Nunca fuimos hechos para vivir este llamado sobrenatural, con una habilidad puramente natural. Pero, si se toma de la palabra, vive una vida de amor en su presencia  y responde a su voz; usted vivirá toda su vida creciendo en el conocimiento de Cristo. Siempre fresco y fuerte en la Palabra, y viviendo una vida que la gente va a querer seguir.
¡Y usted que pensaba que la ADORACION solo se trataba de canciones!


Por: José Abraham Osorto

lunes, 17 de septiembre de 2012

Sabiduría para tomar decisiones


Pide al Señor sabiduría para siempre escoger lo bueno.


Sabemos muy bien que necesitamos sabiduría para cada día y momento, por lo que debemos buscarla constantemente. David obtuvo sabiduría al tener íntima relación con Dios cuando oraba y alababa en los campos, al cuidar de las ovejas de su padre. Salomón obtuvo sabiduría al observar la naturaleza y lo que ocurría en la tierra. Todos podemos obtener sabiduría a través de la oración y de la observación. Porque la necesitaremos para escoger siempre. No subestimes ni la más pequeña decisión que debas tomar porque puede ser el inicio del cambio en tu vida.
La Palabra en Deuteronomio 30:19 nos dice que el cielo está por testigo de que tenemos delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición. De nosotros depende escoger la vida que disfrutaremos junto a nuestra descendencia.
Muchas veces vemos a la familia y nos preguntamos si hemos tomado las decisiones correctas, porque queremos lo mejor para nuestros hijos y nietos, pero a veces el mundo nos confunde y engaña. Por eso, Dios pone al cielo por testigo para que sepamos que nos dio el poder de tomar lo bueno y hacer a un lado lo malo. El infierno quiere que acabes tus años con dolor y llanto. Quiere que tus generaciones sufran, pero tú puedes tomar la decisión de que se cumplan los deseos de Dios y no los del diablo. Nuestras decisiones implican lo que seleccionamos para la vida. Eso que escogemos determina la dirección  de nuestras acciones presentes y futuras. Si lo analizas, tus decisiones determinan tu destino.
Lo que te suena una catástrofe en la vida de alguien es producto de las decisiones que esa persona tomó. Así como lo que te parece una gran bendición. Dios quiere que aprendas de lo bueno y lo malo que ves a tu alrededor. El diablo quiere que cierres los ojos para no adquirir sabiduría, pero ¡no le des el gusto! Cuando era muy joven, mis decisiones me llevaron a un instituto mental, pensaba que mi vida estaba acabada, que ya todo estaba dicho, pero no fue así. Dios me enseñó que yo tenía algo diferente y que eso me sacaría de la desesperación. Muchas veces queremos ser igual a otros para sentirnos aceptados, pero no nos damos cuenta de que seremos galardonados por nuestras diferencias, por lo bueno que hagamos que otros no hacen. Al contrario, pagamos un precio muy alto por hacer lo malo que otros hacen. Toma la decisión de ser diferente de quienes actúan mal. Eso es sabiduría.
La sabiduría implica aprender a acortar el tiempo entre lo que sabemos y lo que hacemos. Hay una relación directa entre el conocimiento y la acción, pero solo tú puedes hacer que ese vínculo sea productivo. Todos pueden opinar, pero es la opinión de Dios la que cuenta. Así que esfuérzate por escucharlo y hacer lo que te pide. El éxito de lo que emprendas depende de ello. Busca a Dios, no al éxito y tus decisiones te llevarán a hallar el bien.

Es por eso que cuando murió Moisés, Dios le dijo a Josué que no se apartara de la ley, que la meditara día y noche, y que la compartiera. En Su Palabra está la sabiduría que necesitas para lograr el éxito. Ponerla en práctica es la mejor decisión.
Recuerda que la sabiduría debe demostrarse con hechos, no con palabras. Por eso, está ligada a las decisiones, porque sabio es quien obra bien, no solo quien habla bien. Hay que predicar con hechos. Mi padre espiritual, Peter Daniels, me dijo: “La diferencia entre tú y otro hombre es la acción”. Todos tenemos teorías y opiniones, pero la madurez y sabiduría se prueba a través de los hechos.
Tomamos muchas decisiones, pero hay tres que son vitales. La primera es tomar la decisión de ser exitoso, porque el éxito es el galardón que se obtiene por logros y acciones no por oración o alabanza. Recuerda, serás juzgado por tus obras buenas y malas.
También es importante tomar la decisión de seguir instrucciones. Presta atención a quién decides obedecer. Sigue las instrucciones de las personas que pueden darte promoción. Obedece a quienes te agregan valor, no a quienes demandan tu atención o a quienes deseas agradar. Pídele al Señor que te ayude a identificar a esas personas. Aquellas que pueden hacerte crecer, no quienes te absorberán con sus necesidades. Debes bendecir a los que te rodean, pero debes seguir y obedecer a quienes desean verte crecer y te aportan valor para promoverte.
La tercera decisión importante es escoger las alianzas correctas. Rodéate de personas en quienes puedas confiar, ¿quiénes serán? ¿Aquellos que se acercan a Dios o los que buscan al mundo? Relaciónate con las personas en quienes puedes sembrar una buena semilla porque son tierra fértil. ¿Para qué quieres desperdiciar tu semilla en gente que no puede aprovecharla? Luego, podrías preguntarte porqué no ves la cosecha, y será porque sembraste tu semilla en tierra seca. Toma la sabia decisión de rodearte de gente con quienes puedas construir algo bueno y productivo. Y dale a Dios el primer lugar porque nadie multiplicará tu semilla mejor que Él.
Dile al Padre: “Enternece mi corazón para ver lo que Tú ves y sentir lo que Tú sientes. Ayúdame a soltar todas las cosas innecesarias y dame la fuerza para escoger a las personas que Tú anhelas para mi vida. Gracias por Tu sabia Palabra de vida. Ayúdame a tomas las mejores decisiones”.

Por: Robb Thompson

lunes, 3 de septiembre de 2012

Cash Luna-Aprecia la sabiduría de todos


El rico y el pobre, el joven y el anciano, el grande y el pequeño pueden enseñarnos valiosas lecciones. ¡Aprovechémoslas


Vivir exige sabiduría porque nuestra existencia se integra por infinidad de decisiones que nos obligan a escoger lo correcto de aquello que conocemos, sea por definición o por experiencia. Cada paso que damos requiere seleccionar entre dos opciones. Incluso al abrir los ojos cada mañana, debemos decidir con sabiduría levantarnos a la hora más adecuada para ser productivos.

Además, sabemos que nuestro Señor nos pide que seamos sabios. De hecho, En Lucas 14: 25-33 Jesús explica que la sabiduría es indispensable para ser Sus discípulos1. Él explica que será imposible seguirlo para quien no aborrezca y renuncie a todo cuanto posee, incluyendo a su familia, y lo asocia con alguien que no es capaz de planificar antes de edificar y alguien que pelea una batalla sin considerar sus posibilidades de ganarla.  ¿Qué relación tiene todo esto? El hilo conductor de todo lo que Jesús describe es la insensatez y la necedad. Así que para ser Su discípulo debemos despojarnos de la insensatez y de la necedad, ¡incluso si la heredamos de nuestros padres! No podemos llegar a los pies de Jesús sin antes aborrecer todo lo que aprendimos que obstaculice el camino a la sabiduría. Hay generaciones que heredaron necedad y deben romper con ese lastre. No esperes a ser anciano para adquirir sabiduría, aprende del Señor para corregir tu vida y enseñar a tus hijos. La única forma de aborrecer la necedad es buscar y amar la sabiduría.
Algunas personas que escuchaban a Jesús se preguntaban cómo sabía tanto si era el hijo del carpintero que ellos conocían2. Las personas arrogantes, poco sabias, menosprecian la sabiduría de otros porque no la reconocen. Al contrario, los sabios siempre desean aprender por lo que encuentran sabiduría al escuchar, preguntar y observar. Una persona sabia incrementa su entendimiento al buscar consejo sobre lo que ignora y encuentra buen juicio donde otro no se imagina que pueda existir. Debemos hacer a un lado el orgullo y tener humildad para reconocer la sabiduría y escuchar consejo de quien puede enseñarnos.
Incluso, podemos ver que la sabiduría nos promueve, porque Jesús salió del anonimato al compartir Sus enseñanzas. Demuestra que anhelas sabiduría buscándola incluso en los lugares más insospechados. Sabio es aquel que con consejos, experiencia ajena y propia recopila información para tomar las decisiones correctas.
Es cierto que la sabiduría se adquiere con los años y la experiencia, pero todos podemos ser más sabios a la edad que tengamos. Un niño de ocho años que termina sus tareas antes de jugar es más sabio que otro que no dedica tiempo al estudio. Nuestro nivel de sabiduría se incrementa si sabemos dónde buscarla y encontrarla. ¡La Biblia dice que aun el necio es contado por sabio cuando calla! Así que de todas las personas podemos obtener sabiduría si tenemos la correcta disposición para estar atentos.
Debemos aceptar la sabiduría donde quiera que la encontremos, en lo pequeño y en lo grande. La Palabra nos dice que las hormigas son sabias aunque son pequeñas y nada fuertes, porque aprovechan el verano y se preparan para el invierno. Aprende y demuestra tu sabiduría al ahorrar porque la época difícil vendrá. El segundo ejemplo de sabiduría son los conejos que no se esfuerzan demasiado, ya que aprovechan lo que ya existe, por eso forman sus madrigueras entre los pedregales que les brindan seguridad. La Palabra también habla de las langostas que avanzan en grupos; y menciona a las arañas que habitan en palacios aunque son tan vulnerables que podemos atraparlas con la mano3. Entonces, la sabiduría no necesariamente está ligada a la grandeza, fortaleza o exceso de esfuerzo. Los insectos y animales más pequeños pueden enseñarnos sobre sabiduría si tenemos la humildad de aceptar las lecciones que puedan darnos. No desperdicies ninguna enseñanza que Dios quiera darte a través de Sus criaturas.
Eclesiastés enseña que la sabiduría puede verse además de escucharse y nos cuenta sobre un hombre pobre que salvó a su pueblo con el consejo que le dio ante la amenaza de una invasión, ya que la sabiduría puede más que la fuerza. Pero lo más remarcable de este pasaje es la sabiduría del hombre que fue capaz de tomar en cuenta a ese sabio que, aunque pobre y olvidado, podía ayudarlesy dijo: “Hay que escucharlo”, más aún, encontramos doble enseñanza en quienes aceptaron el consejo, dejaron de lado su orgullo y escucharon al hombre que antes habían menospreciado.
Si estás dispuesto  a ser sabio debes dejar el orgullo que te impide escuchar a grandes, pequeños, ricos o pobres. Aun en el necio se encuentra sabiduría si sabemos descubrirla con una mirada abierta y receptiva. La Palabra nos advierte que no seamos sabios en nuestra propia opinión porque no siempre tendremos la razón. ¡Aceptemos nuestra ignorancia y mantengamos nuestros sentidos alertas para encontrar sabiduría! Dale gracias al Señor por abrirte los ojos, los oídos y el entendimiento a la sabiduría que te rodea. Demuestra tu deseo de erradicar la insensatez y crecer en buen juicio al aceptar a Jesús y abrirle las puertas de tu corazón para que cambie tu vida por completo, llenándote de Su sabiduría.
 

1 Lucas 14: 25-33: Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar. ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz. Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulos.
2 Marcos 6:2-3 relata:  Y llegado el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndole, se admiraban, y decían: ¿De dónde tiene éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es esta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos? ¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él.
3 Proverbios 30:24-28 explica: Cuatro cosas son de las más pequeñas de la tierra, y las mismas son más sabias que los sabios: las hormigas, pueblo no fuerte, en el verano preparan su comida; los conejos, pueblo nada esforzado, y  ponen su casa en la piedra; las langostas, que no tienen rey, y salen todas por cuadrillas; la araña que atrapas con la mano, y está en palacios de rey.
4 Eclesiastés 9: 13-18 relata: También vi esta sabiduría debajo del sol, la cual me parece grande: una pequeña ciudad, y pocos hombres en ella; y viene contra ella un gran rey, y la asedia y levanta contra ella grandes baluartes; y se halla en ella un hombre pobre, sabio, el cual libra a la ciudad con su sabiduría; y nadie se acordaba de aquel hombre pobre. Entonces dije yo: Mejor es la sabiduría que la fuerza, aunque la ciencia del pobre sea menospreciada, y no sean escuchadas sus palabras. Las palabras del sabio escuchadas en quietud, son mejores que el clamor del señor entre los necios. Mejor es la sabiduría que las armas de guerra; pero un pecador destruye mucho bien.